Bam Bam Bigelow - The Beast from the East
Bam Bam Bigelow: The Beast from the East…por César del Campo de Acuña
Bigelow, una constante en mi afición
¿Se convirtió en mi luchador
favorito? No. Claro que no. Pero siempre recordaré, o al menos eso espero, como
me alcé con el triunfo controlando a Bam
Bam Bigelow en un torneo a seis en casa de mis amigos Carmen y Antonio en
una de esas tardes Nintendo
inolvidables. Cuando salió al mercado WWF
WrestleMania Challenge me olvidé de él y no fue hasta que adquirí en Toys"R"Us su figura de Hasbro (de la serie 8, aparecida en 1994)
por casualidad que volví a recordar a The
Beast from The East.
Aunque aún conservo la figura no
tarde en olvidarme del luchador hasta que fortuitamente le reconocí en la
película Mayor Payne (Nick Castle – 1995) una cinta a la que
en 1997, año en la que la vi, no me hubiera acercado ni a palos si no hubiera
sido por la insistencia de un amigo tailandés del internado en el que estaba
por aquel entonces. Aunque el film no tardó en ser almacenado en algún lugar
recóndito de mi mente Bigelow se
quedó gracias al súbito interés que empecé a volver a experimentar por el
wrestling a finales de ese mismo año y que me ha acompañado de manera
intermitente desde entonces.
Y es en todos estos años en los
que aprendí mucho sobre la carrera de este coloso; sobre como su combate con Bret Hart en la segunda velada de la WWF en el Palau Sant Jordi (24 de abril de 1993) fue el mejor de la noche, su
sobresaliente etapa en ECW, su
vuelta a WCW (donde le vi por
primera vez en acción gracias a la emisión de WCW Nitro en TeleCinco
en 1999), su tours por Japón, su derrota en su único combate de artes marciales
mixtas contra Kimo Leopoldo (Bigelow luego diría que le dieron
$100.000 por tirar la pelea), como salvó la vida de tres críos en un incendio,
su presencia en la serie de videojuegos Legends
of Wrestling, como cargo con la presión y con Lawrence Taylor en el combate estelar de Wrestlemania XI junto a un sinfín de anécdotas más hasta que en
2007 una sobredosis acabo con su vida. Se fue, como tantos otros dentro de la
industria del wrestling profesional, pronto pero ya lejos de sus días de gloria
sobre el cuadrilátero.
Sentí mucho su muerte. A fin de
cuentas se marchó, por la puerta de atrás, una figura recurrente en mis años
como aficionado al wrestling y por ese motivo celebré con entusiasmo cuando me
enteré que la cuarta temporada de Dark
Side of The Ring le dedicaría un episodio completo a Bam Bam Bigelow.
El programa
Emitido originalmente en Vice Tv el martes 25 de julio de 2023
el programa, o documental, se encarga de repasar la carrera de Bam Bam Bigelow desde el principio
hasta el final de manera somera y parte de su vida de la misma forma. Lo
primero que debo decir es que los rostros parlantes que conforman el plantel de
este episodio son muy buenos especialmente los de su familia (su ex mujer y sus
tres hijos) y el de un amigo de toda la vida como fue Diamond Dallas Page. El de Dave
Meltzer, a pesar de que ese hombre ha perdido la cabeza, es bueno por breve,
el de Taz interesante por personal y
el de Shane Douglas resulta algo
obvio. La parte más dura del relato, sin lugar a dudas, son las que
corresponden a los hijos de Bigelow
en especial los últimos recuerdos de un par de ellos.
Como homenaje a su carrera Bam Bam Bigelow: The Beast from the East
funciona bien pero como muchos otros de los capítulos de la serie Dark Side of The Ring se queda algo
corto. Resulta interesante, sin lugar a dudas, pero pasa de puntillas por un
montón de etapas de su exitosa y corta carrera siendo la más evidente su
periplo por Japón el cual es una nota a pie de página dentro del metraje. Por otro lado su trágica desaparición
si no fuera por la presencia de médicos de dudosa profesionalidad (cambiar
prescripciones médicas por autógrafos o entradas a los espectáculos es sencillamente
terrible) no dejaría de ser la triste historia de otro luchador que fallece por
sobredosis.
Añado que en el episodio se hace
en muchas ocasiones hincapié en el hecho de que Bigelow era un hombre de familia por eso resulta especialmente
doloroso ver como la espiral de la adicción le llevó a abandonar a su familia
cuando su mujer, por aquel entonces, le dio un ultimátum y termino escogiendo
seguir con las drogas.
Por otro lado veo que se trata de
uno de esos episodios que realmente solo interesaran a los aficionados al
wrestling. Es decir no llamara a la puerta de alguien que no conozca, más o
menos, el negocio y al protagonista. Eso sí, para los primeros es una delicia
(especialmente en el momento en el que Taz
da detalles francamente reveladores de su famoso combate con Bam Bam Bigelow en Living Dangerously 1998) gracias a todos
los elementos biográficos de su juventud o como su meteórico ascenso en el
cartel en 1987, cuando llegó a la World Wrestling Federation, sentó mal entre
los veteranos (lo que se saldó con una monumental paliza de André El Gigante
en la que no le paró de repetir que estaba “verde” sobre el cuadrilátero el 25
de junio de 1988 en el Madison Square Garden).
No me gustó especialmente que, hasta cierto punto, se desmintiera la anécdota
en la que salvó a tres críos de un incendio y se la metiera dentro del saco de
las que cuentan que fue cazarecompensas, que pasó seis meses en una cárcel mexicana
o que hizo un trato con un juez amenazado por el cartel. Aunque debo reconocer
que la historia en la que zurro a un aficionado de la ECW por haber dado
un puñetazo a su hijo si me gustó y mucho ya que… ¿qué padre no haría eso y
mucho más por su prole?
Como colofón solo puedo escribir que Bam Bam Bigelow – The Beast from
the East, el octavo episodio de la cuarta temporada de Dark Side of The
Ring, me ha gustado ya que presenta una buena semblanza del hombre que fue,
de aquello que fue realmente importante para él y de cómo la presión a la que se
veía sometido para seguir proveyendo a lo que realmente le importaba le termino
llevando por un camino que le costó la vida.
Fui, soy y seré admirador de Bigelow y me ha gustado conocer un
poco mejor al hombre detrás de las llamas.
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