Historia del Wrestling - Bruiser Brody: Vida y leyenda
Historia del Wrestling - Bruiser
Brody: Vida y leyenda…por César del Campo de Acuña.
El ser humano se ha caracterizado
a lo largo de sus años de evolución, por denotar ciertos comportamientos
impulsivos que lo llevan a reflejar en actos momentáneos su verdadera
naturaleza. Y en esos instantes es cuando salen a flote las miserias humanas
que la misma evolución ha ido sepultando bajo capas de raciocinio. La violencia
inerte de nuestra naturaleza sale a relucir gracias a la desconfianza, los
celos, la envidia, al bloqueo de nuestra capacidad para hallar una solución
coherente al problema. Voceos, golpes en la mesa, gritos, miradas penetrantes
cargadas de ira, solo son pequeños atisbo de un comportamiento primitivo que
creíamos haber perdido en el devenir de los siglos. Pero siempre se puede
llegar más lejos, siempre se puede optar por la vía de la extinción de la
supremacía de uno a favor de un segundo para conseguir nuestro propósito y
razón…y lamentablemente ocurre todos los días, lo cual nos debería llevar a
reflexionar sobre cómo y cuánto hemos evolucionado.
¿Y esta situación de crispación
extrema puede llegar al mundo del wrestling?, ¿pueden afectar a los
súper héroes y a los villanos la condición humana de los que los admiramos?…la
respuesta es un sí rotundo. Por mucho que se nos antojen las figuras de los
luchadores como la de súper hombres, no dejan de ser humanos, con sus
problemas, sus celos, sus idas y sus venidas…Y esa humanidad, trágicamente,
llego a su punto álgido de descontrol la tarde de un 16 julio de 1988 en el
estadio Juan Ramón Loubriel de Bayamón, cuando José Huertas
González, más conocido en el cuadrilátero como El Invader I,
asesto varias puñaladas en las duchas de dicho estadio a Frank Goodish,
el hombre que había tras el personaje de Bruiser Brody.
Conociendo a Frank Goodish:
Frank Goodish nació según una entrevista que realizo en 1980 para The Wrestling Exchange, en junio de 1950 en Santa fe, Nuevo México. Otras publicaciones datan su nacimiento en el 18 de julio de 1946 en Alburquerque, Nuevo México y en otros círculos se dice que nació en Pittsburg, Pennsylvania en 1946 y que durante su niñez, se mudó a Nuevo México. Sean cuales fueran sus orígenes siempre se le considero un hijo del estado encantado y por otro lado, más allá de sus nombres en el ring más famosos (Bruiser Brody y King Kong Brody) siempre se le conoció como “The New Mexico Wild Man”. Gracias a su tamaño y fuerza (su estatura se encuentra entre los 6, pies y 5 pulgadas y los 6 pies y 8 pulgadas y su peso entre las 285 libras y las 325) durante sus años de instituto probo dos de los deportes favoritos de América, el baloncesto y el fútbol americano. Finalmente se quedó con el segundo deporte, en el que destaco en la posición de offensive guard. De hecho fue tan buen jugador que recalo en la universidad de Iowa y más tarde en la universidad de West Texas State University, donde el fútbol americano, más que un deporte era una religión. Curiosamente en esta universidad durante un tiempo acogió a auténticos hall of famers del cuadrilátero, entre los que destacan los hermanos Funk, el recientemente fallecido Dusty Rhodes, Ted Dibiase, Tully Blanchard, Stan Hansen o Merced Solís (Tito Santana). Goodish completo satisfactoriamente sus años como jugador universitario así como sus estudios en periodismo por la universidad de Iowa. Dejando a tras la universidad Fue escogido en el draft de la NFL por los Washington Redskins, con los que permaneció durante dos años.
A partir de ese momento su
carrera como jugador se comenzaría a diluir lentamente y de la liga
profesional norteamericana, paso a jugar en la canadiense en los Edmonton Eskimos y
de vuelta a los estados de la unión volvería a jugar como semi-profesional en
un equipo de Forth Worth y un poco más tarde en los San
Antonio Toros. Llego al mundo del wrestling por casualidad y en parte
por conveniencia. Abiertamente, en la entrevista que anteriormente
mencionamos, Goodish declara que una de las mayores razones
que le hicieron decantarse finalmente por hacer carrera en el mundo de la lucha
libre, fue la longevidad que esta ofrecía en contra posición del poco tiempo
que se podría dedicar al fútbol americano en su posición. Otro factor
importante fue el económico, ya que el dinero que se podía ganar aceptando
carteleras por los diferentes territorios a las órdenes de los más dispares
promotores, siempre seria mayor que el percibido por un contrato con un equipo
de fútbol. Gracias a la insistencia de un buen amigo suyo llamado Walter
Jonson, el cual era jugador de fútbol y luchador a tiempo parcial, Goodish encamino
definitivamente sus pasos hacia las 12 cuerdas. Otra de las personas que hizo
que Goodish, se dedicara al wrestling fue el celebérrimo luchador
conocido como Ivan Putski, cuando lo llevo a Oklahoma para
sus primeras luchas. Frank Goodish, siempre dijo que si no se
hubiera dedicado al wrestling, hubiera acabado escribiendo en algún periódico
sobre deportes, cosa que ya hizo durante su etapa como jugador de fútbol
americano. Ese mismo año en 1973, empezaba su carrera. Una carrera que se
podría catalogar como camino de destrucción, ya que Bruiser Brody, ha sido
reconocido como el padre del brawling moderno, y es el auténtico representante
del hardcore en los años 70 y 80 (con permiso de Abdullah “The Butcher”,
con el cual mantuvo terroríficos enfrentamientos) así como uno de los mejores
Gaijins (extranjero) que ha pasado por el archipiélago nipón (su popularidad
rivaliza con auténticas leyendas como Vader y su gran
amigo Stan Hansen), incluso durante una época fue el luchador mejor
pagado del planeta llegando a ganar por semana 14.000 dólares.
Enfrentamientos con André “El Gigante”, Bruno
Sanmartino, campeonatos por parejas junto a Stan Hansen,
brutales luchas en Puerto Rico contra Carlos Colon, El
Invader I o Abdullah “The Butcher”, contemplan una carrera
que le llevo a luchar por todo el mundo y en tres de los cuatro territorios
clásicos a nivel continental así como en casi todas las grandes federaciones de
su momento (WWC, WWWF donde recibió su nombre por parte
de Vince Mc.Mahon Sr, NWA, AJPW, NJPW, AWA, WCCW)
en las cuales siguió exhibiendo su poco ortodoxa manera de luchar y su
brutalidad innata, conquistando título a título, y combate a combate el respeto
por parte de compañeros y aficionados de todos los rincones del globo. Frank
Goodish, Bruiser Brody, King Kong Brody, Red
River Jack o como quieran llamarlo siempre fue un hombre entre los
hombres, de carácter único y poseedor de unos de los más valorados, pero a su
vez, escasos sentidos de lo que puede hacer gala un ser humano: una honestidad
brutal y una determinación inigualable. Siempre fue un forajido, un rebelde
(siempre fue un evento principal allí donde peleara, pero volvía locos a los
promotores al no querer realizar jobs a luchadores que según su criterio no lo
merecieran, lo que por ejemplo le costó su empleo en la WWWF, tras
una pelea con el intocable Gorilla Monsoon), pero a su vez fue un
buen amigo y mejor compañero de trabajo, así como un gran hombre de familia y
una persona formidable, según incontables testimonios de compañeros de clase,
luchadores, promotores y familiares. Bruiser Brody, un hombre al
que nunca le gusto aceptar ordenes de nadie, y que no tenía miedo a decir lo
que pensaba (en dicha entrevista, aseguraba que en muchas ocasiones de la vida
la única solución para un problema es la violencia…irónicamente una situación
así es la que se lo llevo antes de tiempo, como asegura el libro Wrestling
Most Wanted) y a tomar decisiones que algunos podrían considerar
alocadas (que le pregunten al pobre Lex Luger), pero que desde su punto de vista solo representaban nuevas
oportunidades para alcanzar la cima.
Uno de los cuatro grandes
territorios:
La lucha libre llego a la isla
de Puerto Rico a principio de los 60, con lo que nos
encontramos un panorama de cinco generaciones de seguidores y luchadores de
wrestling boricua. En un principio los primeros eventos los estuvo corriendo en
la isla un promotor de origen mejicano llamado Arturo Mendoza, el
cual trataba de emular el éxito que tenía el wrestling en Estados
Unidos y poco más o menos lo consiguió. Por aquel entonces ya había
grandes nombres de luchadores boricuas que despuntaban como Pedro
Morales (el primer ganador del auténtico gran Slam de
la WWWF, ya que gano el campeonato de los pesos pesados, el
intercontinental y el cinturón por parejas) o José Miguel Pérez.
Pero si hemos de hablar de un
auténtico estallido de popularidad en la lucha libre Puertorriqueña debemos
situarnos en 1973, cuando la mas destacada figura de la lucha boricua Carlos Colón, funda Capitol
Sports Promotions, germen de la WWC (World Wrestling
Council) junto a Gorilla Monsoon y Victor
Jovica convirtiéndose en un nuevo territorio de la NWA hasta
1988. Las primeras carteleras de aquella primeriza WWC, llegaba a
estadios pequeños con nombres como los de Colón, Huracán
Castillo, Monsoon, Hugo Savinovich o Los
Invaders como cabezas visibles de Cartel. La fama no tardó en llegar
para los implicados, gracias al programa televisado Superestrellas de
la lucha libre, lo que hizo que talento extranjero como Abdullah
“The Butcher”, Dory Funk, Randy Savage, Ric
Flair, Bruiser Brody, Mr. USA Tony
Atlas y muchos otros se fijaran en la isla para
luchar allí. Los luchadores rápidamente se comenzaron hacer populares, incluso
más allá de las fronteras naturales de la isla (Low Life Louie Ramos natural
de Brooklyn y luchador Indy Hardcore, recuerda en la shoot
interview a Abdullah “The Butcher” como le decía a su madre
que quería ser como “Abby”), gracias a ser televisados los
programas de la empresa de Colón en Estados Unidos.
En los 80, la WWC mandaba en cuanto a lucha libre se refería
en la isla (a pesar de contar con competencia como es evidente) y se mantuvo
así hasta el asesinato de Frank Goodish el 16 de julio de
1988, el cual precipito la fuga de talento norteamericano de la isla. Los años
dorados comenzaban a esfumarse.
¿Quién es el Invader?
El Invader, es sin duda alguna uno de los más longevos y exitosos luchadores que ha dado la lucha libre boricua. José Huertas González, más conocido por su pseudónimo dentro de la lucha libre como El Invader I, nació en San Lorenzo, Puerto Rico. Con el paso de los años emigra a Estados Unidos, concretamente a la ciudad del viento, Chicago, donde tiene sus primeros contactos con la lucha libre. Empieza su carrera profesional en los años 60, y según propias palabras del Invader, sus primeros rivales en aquellos años fueron Harley Race, Larry Henning (padre del malogrado Kurt Henning) y Dick The Bruiser. Su primer seudónimo dentro de las 12 cuerdas fue el Profeta y poco después un promotor le cambio el nombre por el de Sabú, con ese nombre estuvo luchando por unos 4 o 5 años. Al poco tiempo recala en la WWWF de Vince Mc.Mahon Sr., el cual le vuelve a cambiar el nombre y es rebautizado como José González. En la WWWF, no deja de ser un jobber y no llega a ganar ningún título importante como su compatriota Pedro Morales. Pasó unos 4 años con más pena que gloria en la plaza de los Mc.Mahon, para retornar en el 73 a Puerto Rico, cuando Carlos Colón y Víctor Jovica fundan Capitol Sports Promotions, futura WWC, y entra a formar parte de esta compañía. Aquí es donde nace el personaje del Invader. Huertas, nunca había luchado en Puerto Rico, ya que como hemos dicho con anterioridad sus comienzo fueron en Estados Unidos y debido a que su madre nunca acepto que su hijo luchara, decidió cubrirse el rostro con una máscara para ocultar su identidad, dándole un halo de misterio al que acompañaba la falta de un lugar de procedencia cuando era anunciado para una lucha. ¿Por qué Invader?, simple, porque era una especie de Invasor, de Invasor de la lucha libre boricua al no haber luchado nunca en su tierra. Durante su estancia en el germen de la WWC, tuvo grandes feudos con los nombres más punteros y referenciales dentro de la lucha libre de la isla; Carlos Colón, Dutch Mantell, Ox Baker, Michel Martel (y toda su familia), Chicky Starr, Abdullah “The Butcher”, Ray Gonzalez, Bruiser Brody…son solo algunos de los nombres con los que este veterano ha batallado durante sus 33 años de carrera, en los que conquisto innumerables títulos (15 veces campeón por parejas, 1 vez campeón universal, 9 vez campeón de los pesos pesados de puerto rico, 4 veces campeón de los pesados de Norteamérica…y muchísimos más dentro de la WWC) además del reconocimiento por parte del estado Puertorriqueño a toda una carrera dedicada a la lucha. En 2003, el Invader se desvincula de la que había sido su casa dentro del mundo del wrestling por casi 30 años al dejar la WWC de Carlos Colón debido a una serie de problemas con este último y con Jovica. Recala finalmente en la competencia directa de la WWC, la IWA, en la que lucha desde junio de 2003 hasta el 16 de octubre de 2006. En su última lucha, El Invader José Huertas derroto a uno de los máximos exponenciales de la lucha libre Boricua de finales de los 90, el ex-WWF Savio Vega. Lamentablemente y a pesar de haber sido un apasionado patriota, un teórico hombre de familia y toda una leyenda de la lucha libre Puertorriqueña, el mayor recuerdo que se tiene de José Huertas es el asesinato que perpetro el 16 de julio de 1988 contra uno de sus más duros rivales dentro del cuadrilátero, Bruiser Brody. Este suceso, conmociono al mundo del wrestling, y supuso una puñalada mortal para la lucha libre en la isla, que vio como sus días de gloria se perdían inevitablemente por culpa de no saber llevar a buen término el choque de dos fuertes personalidades como fueron la de Goodish y Huertas. ¿Por qué se dio esta tragedia? ¿Por qué no se pudo arreglar?…esas preguntas han sido tratadas de resolver desde el día del suceso, aquí trataremos de exponer todas las teorías posibles sobre este terrible acontecimiento, que marco el mundo de la lucha libre.
Un 16 de Julio de 1988 en
Bayamón:
Su ultimo combate
televisado fue unos días atrás, en el cual se enfrentó en otro tremendo brawl
contra una de sus archi némesis, Abdullah “The Butcher”. El combate
fue un típico brawl brutal de nueve minutos en el cual Brody ahorco
a “Abby” con unos cables por un periodo de cuatro minutos y utilizo un
objeto punzante en la frente de su rival. Uno de tantos combates hardcore al
que las dos leyendas del estilo tenían acostumbrada a los aficionados. El
combate se fue a un No Contest, debido a la negativa casi sistemática de Brody de
hacer el Job a cualquier otro wrestler que el considerara que no se lo merecía.
Esta situación tan particular de la persona de Goodish hacia
su carrera (no se casó jamás con un territorio, ni se ató con ningún promotor
por contratos largos y duraderos) hacían hervir la sangre a José Huerta a.k.a Invader
I, el cual por aquel entonces ocupaba una posición de poder en cuanto al
bookeo dentro de la WWC.
Pero si hemos de hablar del
ultimo combate de Frank Goodish, señalamos que se produjo un día
antes de la terrible tarde de su asesinato, el día 15 de junio, Brody vio
acción en un combate por parejas que le enfrento a Abdullah “The
Butcher” y Dan Spivey, en la esquina de Brody,
a modo de compañero, curiosamente se encontraba uno de los hombres que más
tendría que decir sobre su asesinato, Carlos Colón. El combate fue
uno de los más salvajes que se recuerdan en la isla, por la intensidad mostrada
por los contendientes durante el mismo. Al final de la lucha Brody y Spivey luchaban
fuera del ring y el árbitro trataba de separarlos, mientras que dentro de las
12 cuerdas, Abdullah, con un objeto punzante, abría la frente
de Carlos Colón para conseguir poco después la cuenta de 3.
Los chicos malos vencieron, pero abrieron el camino al que hubiera sido el
nuevo feudo para Brody, la denominada “Batalla de los gigantes”
que le llevaría a enfrentarse por toda la isla contra el nuevo “monstruo” de
la WWC, “Dangerous” Dan Spivey, pero como ya sabemos ese
feudo nunca llego, debido al asesinato de Brody, que sucedió debido
a un cúmulo de discusiones y malos entendidos.
Huertas había hablado
en infinidad de ocasiones con el obstinado Brody, el cual era muy
celoso de su dinero (siempre hablaba de cómo invertirlo y moverlo) y de su persona
dentro del ring, lo que le convertían en alguien difícil de manejar en el
bookeo, ya que siempre quería lucir por encima de su rival y esos no eran los
planes que tenían para el en la empresa. La popularidad de Brody opaco
en gran medida la del Invader I, y eso era otro de los ángulos que
hacían muy espinosa la relación entre ambos, los celos por la popularidad de
uno en detrimento de la propia. Otra de las razones rumoreadas de esa
enemistad, era el deseo de Brody en invertir en la WWC,
para acabar teniendo un cargo alto en la empresa, lo cual fastidiaba aún más
a Huertas. Las cosas no fueron a peor antes gracias a la figura
de Víctor Quiñónez, que mediaba entre ambos, ya que prácticamente
no se llevaban más halla del cuadrilátero. Incluso llego a tener problemas con
el “teóricamente” afable Carlos Colón, el cual tuvo roces verbales
con el cabezota de Nuevo México. Pero a pesar de esa tensión mal
sana que imperaba dentro de los camerinos de la WWC, parecía que
aquella tarde todo iba bien y a si se lo hizo saber Brody a Bárbara,
su mujer. Ella no debía preocuparse. Bruiser Brody estaba
pautado a tener un combate uno contra uno frente a Dan Spivey aquel
día, pero nunca llego. De hecho la tarde ya había empezado mal, ya que Brody había quedado para ir al evento
con Huertas, pero este nunca llego y finalmente fue con Tony
Atlas y Dutch Mantell. Una vez en los vestuarios, se
sucedió la tragedia. Hay diferentes versiones de la misma, la más secundada es
aquella que dice que José Huertas, el cual llevaba una de sus manos
envuelta en una toalla, acompañado por Carlos Colón y Víctor
Rica, se acercó a Brody que estaba a punto de entrar en
las duchas y le dijo que tenían que hablar de negocios, Brody le
dijo de acuerdo, mientras seguía con paso firme hacia las duchas, en ese
momento José Huertas agarro a Brody por la
parte de atrás de su pelo y con la mano que le quedaba libre, revelo un
cuchillo de cacería que llevaba escondido bajo la toalla y asesto varias
puñaladas en el estómago y pecho de Brody, un terrible grito
sacudió los vestuarios y los luchadores que estaban allí presentes, los cuales
estaban entorno a la figura de Atlas viéndolo dibujar,
corrieron al lugar de donde venía el sonido. Atlas fue el
primero en llegar, ya que se encontraba dibujando en el vestuario, y fue el que
recogió a Brody mientras se desplomaba diciendo:“estoy
herido hermano, no dejes que él me hiera otra vez”.
La policía llego inmediatamente y
comenzó a hacer preguntas a lo que Atlas solo pudo preguntar que alguien había
apuñalado a aquel hombre que yacía en el suelo. Uno de los policías dijo que
había sido un fan descontrolado, mientras que se hacían más preguntas al resto
de luchadores allí presentes, los cuales dijeron no haber visto nada. Uno de
los rumores más desagradables entorno a este tema, es el ofrecimiento que
la WWC le hizo a Mantell para tener la boca
cerrada, ya que poco después del suceso, Mantell se convirtió
en booker de la empresa. Atlas asegura que todos los presentes
estaban más preocupados en ese momento en sus luchas que en atender a su
compañero, solamente los Youngbloods lloraron en esa tarde del
16 de julio de 1988. Otros rumores apuntan a que la ambulancia no fue llamada
hasta pasados 45 minutos, tiempo más que suficiente para que el arma homicida
desapareciera, la cual jamás se encontró, y otros rumores apuntan a que la
ambulancia fue llamada inmediatamente por su amigo Víctor Quiñónez,
pero que no llego hasta pasados 45 minutos debido al tráfico que rodeaba las
inmediaciones del estadio. Fuera como fuese, el arma desaprecio y hasta pasados
45 minutos Brody, no recibió una atención sanitaria eficiente.
Nadie ayudo a unos pobres camilleros a levantar a Brody del
suelo, solo Atlas. Mantell añadió que como él no
había visto nada, no tenía por qué ayudar. Brody le dijo
a Colón:“cuida a mi hijo por mí”.
Aquel hombre savia que iba a
morir aquella noche. Atlas acompaño a su compañero de
profesión al hospital Centro Medico, donde se dice que su vida se
paró sobre la mesa de operaciones a las 4:30 de la mañana del domingo 17 de
julio de 1988. Corre el rumor de que murió desangrado debido a las heridas
producidas por arma blanca que había sufrido, no durante una intervención
médica. Las únicas personas que sabían que había pasado realmente eran Brody, Carlos
Colón y José Huertas. Al día siguiente Atlas junto
con Afa, fue a hablar con la policía para que les notificaran
cuando habría un juicio. La policía nunca los llamo, según Atlas.
Una de las historias más
sorprendentes que el propio Atlas recuerda de aquellos turbulentos días, es la
conversación que mantuvo con TNT (Savio Vega) la misma
noche del día después del asesinato de Brody, es decir, la noche
del día en el que Atlas acompañado de Afa fue
a hablar con la policía:
“Savio Vega, (TNT) came to my room that same
night and said ‘go to the airport..don’t to go bed tonight, find the first
airplane and leave if you want to see tomorrow’. So I left. I went back several
times for different promotions. I was better friends with Jose than I was with
Brody.”*
* Savio Vega, vino a
mi habitación esa misma noche y dijo: vete al aeropuerto, no te vayas a la cama
esta noche. Encuentra en el primer avión que puedas y vete si quieres ver el
día de mañana. Así que me fui. Volví (a puerto rico) en más ocasiones a
trabajar para diferentes promociones de lucha libre. Yo fui mejor amigo de José
(Huertas…el Invader) de lo que lo fui de Brody.
Atlas fue uno de los
testigos clave que en teoría tenía la defensa para procesar a José
Huertas, pero se negó a testificar (al igual que muchos otros luchadores
presentes en aquellas duchas, como Mantell) alegando que él no
había visto nada y que por lo tanto no podía aportar nada al caso.
Otra de las polémicas que suscito
la noche de autos es la forma en la que fue atendido Brody en
el hospital. La fuente oficial del hospital dice que murió en la mesa de
operaciones a las 4:30 de la mañana del 17de julio de 1988. Pero rumores más
siniestros indican que murió desangrado en la camilla en la que esperaba ser
atendido por efectivos médicos. Tony Atlas, el único luchador que
acompaño a Brody al hospital, recuerda que había como 30
personas heridas por arma blanca esperando a ser atendidas, y que por esa razón
se tardó en atender tanto al luchador. Atlas, en una conversación
telefónica dijo que había hablado en multitud de ocasiones con José (Huertas)
y había vuelto a estar en Puerto Rico en muchas ocasiones,
pero que jamás comento nada sobre el tema, ya que estando allí es de lo último
que querrías y de lo que se te ocurriría hablar. Atlas en
dicha conversación telefónica, añadió que, recibir una puñalada en la isla era
igual que recibir un puñetazo en Estados Unidos, es decir que era
algo relativamente normal, que eran mentalidades diferentes, y que si José hizo
lo que supuestamente hizo, era la única forma en la que un hombre de su tamaño
(El Invader José Huertas solo media 5 pies y 10 pulgadas) pudiera
hacer verdadero daño a un hombre de las titánicas dimensiones de Brody.
¿Podrían haber salvado la vida los médicos a Brody si hubiera
sido atendido con mayor celeridad? Atlas simplemente
respondió: probablemente.
¿Acompaño alguien más a Atlas al
hospital?…la respuesta es sí, pero Atlas no recuerda su
nombre, solo recuerda que era un ex luchador ya retirado, mayor que el que le
sirvió de interprete para hablar con la policía aquella noche. Atlas añadió
un par de datos más: sabía que el hombre que le acompaño acabo en silla de
ruedas tras un accidente y que el hijo de este era luchador. Se sospecha que
aquel hombre era Miguel Perez Sr, el cual murió en 2005, pero no se
sabe a ciencia cierta, como muchas más cosas de aquella aciaga noche de julio
del 88.
En otro orden de cosas
encontramos el testimonio de Mantell, que no se aleja en exceso del
de Atlas, pero que dejan a su persona en mejor lugar que el
cacareado rumor sobre su silencio y el trabajo de booker en la WWC. Mantell llego
al fatídico estadio junto con el involuntario protagonista de la historia y la
pieza clave de la misma, es decir Brody y Atlas,
en el coche del último, como el propio Atlas aseguro en su
testimonio, ya que el hombre encargado de recoger a Brody (Huertas)
no había aparecido. Llegaron al estadio de béisbol (el estadio Juan
Ramón Loubriel es un estadio del pasatiempo favorito de America)
normalmente y sacaron su equipaje del maletero del coche de Atlas,
recuerda Mantell. El luchador apunta en su testimonio que siempre
había tensión en los vestuarios en la isla, que siempre lo sintió así, amén de
añadir que la isla siempre fue un lugar peligroso para trabajar, pero aquella
noche la crispación, el mal ambiente se podía respirar. Mantell iba
detrás de Brody, y cuando entraron vio sentados a su derecha en un
banco a Colón y a Huertas, este último estaba
atando sus muñequeras, mientras que sujetaba la tira de la misma con los
dientes. Nadie dijo nada. Una vez dentro, en la zona de las duchas, ya había
varios luchadores desempacando sus bolsas y preparándose para el evento. TNT (Savio
Vega), los Youngbloods, Roberto Soto y Castillo
Jr estaban allí. Mantell afirma que siempre odio el
ambiente de los vestuarios, en esos momentos Mantell se
levantó y fue a realizar una de las rutinas que le han seguido a lo largo de su
carrera. Esta consistía, en ir a ver las gradas y a la audiencia para
familiarizarse con el ambiente. Mantell, desde la seguridad del
túnel de vestuarios, comprobó el número de aficionados que ya esperaban
ansiosos el inicio de la velada, la distancia del ring hasta las gradas
etc.…esto, según afirma el propio Mantell, le ocupo al menos unos
11 o 12 minutos, cuando regreso a los vestuarios el horror ya se había
desatado. La ausencia de Mantell en esos momentos es uno de
las muchas incógnitas de aquella noche, ya que en el testimonio de Atlas, Mantell aparece
situado en los vestuarios con el resto de los luchadores viendo dibujar a Mr.USA
Tony Atlas y en el de Mantell, el mismo se sitúa fuera de
las duchas durante el incidente. Nadie puede corroborar ninguno de los dos
testimonios. Mantell añade a su visión de los hechos el caos
que se había desatado en los vestuarios y que todo el mundo parecía histérico.
El recién llegado se topó con un nerviosismo Chris Youngblood al
que le pregunto qué ocurría; el luchador simplemente grito una y otra vez:
“José stabbed Brody”*
* José apuñalo a Brody.
Mantell no sabía que
quería decir eso exactamente de que José ya que para él y
según su testimonio, todo el mundo en Puerto Rico se
llamaba José. En un principio pensó que un fan llamado José entro
en el vestuario y apuñalo a Brody.
Para ese momento todo el camerino
estaba sumido en un terrible alboroto, y mientras todo eso ocurría Mantell agarraba
a Chris Youngblood por los hombros y este exclamaba:
“Invader, Invader stabbed Brody”*
* Invader, Invader apuñalo a Brody.
En aquel momento para Mantell todo
parecía ir en cámara lenta. Al fondo de la estancia Brody estaba
tendido en el suelo mientras que el médico del estadio le atendía como podía,
aunque su cara no presagiaba nada bueno. Brody hablaba
con Colón y le decía que cuidara de su familia. Brody tenía
una hemorragia interna, sabía que moriría. Mantell simplemente
no podía creer que aquello estuviera pasando. Todo lo que recuerda de aquella
maraña de emociones después de ver a Brody tendido en el suelo
sangrando es una puerta, con un ventanal de plexiglás y detrás de ella Huertas y Jovica gritándose
el uno al otro. Gritaban en español, idioma que Mantell no
entendía muy bien. Huertas se quería ir, Jovica no
le dejaba, Brody tendido en el suelo, Quiñones llamaba
a la ambulancia y a una radio local pidiendo ayuda médica de inmediato en el
estadio. Por suerte un grupo de médicos que paraban en un Mc.donalds cercano
escucharon la llamada y se acercaron a tratar de ayudar. Cuando llego la
ambulancia, Brody llevaba 40 minutos en el suelo. Los
camilleros no podían levantarlo, Mantell y Atlas ayudaron. Huertas se
acercó a donde estaba tendido Brody agarro las llaves de su
coche y abandono el recinto, mientras que Brody acompañado
por Atlas salían en la ambulancia. Mantell le
pregunto a Chris Youngblood sobre qué había ocurrido, y el
luchador le contó la historia sobre como Huertas se había
acercado a Brody con la mano derecha bajo una toalla para
hablar con él y como poco después se escuchó el rugido de dolor del luchador
apuñalado, pero nadie había visto nada claramente. Atlas llego
a la arena al rato en un estado de shock y no paraba de decir que Brody iba
a morir.
Mantell le dijo que
se callara. La policía prosiguió tomando declaraciones, pero con la dificultad
añadida del idioma y la tensión del momento, los representantes de la ley
parecían no tomar en serio a los luchadores y pensaron que solo era un salvaje
ángulo más dentro de la WWC. En ese momento mientras Atlas a
gritos trataba de explicarles a los agentes que había ocurrido, Huertas (El
Invader) reapareció en la arena. Nadie sabía a donde había ido, pero Mantell en
su testimonio supone que a su casa, ya que el luchador y booker de la
federación, apareció con una camisa nueva. El Invader actuaba
como si nada hubiera pasado, y nadie del talento boricua le dijo nada,
solo Atlas le miro lleno de ira. Finalmente Roberto
Soto hizo de intérprete para Atlas, ya que nadie se
atrevió a hacerlo con Huertas cerca. La policía no podía tomar
en serio esos testimonios, habían crecido viendo al Invader y
a Colón batallar por toda la isla y para ellos eran héroes.
Simplemente no hicieron caso a los luchadores. Después de aquella situación tan
violenta, sigue comentando Mantell, Atlas se fue
al hospital otra vez. Para ese entonces Brody estaba ya sumido
en su segunda operación, dice, en la que sangro hasta morir. Si Brody hubiera
estado en un hospital americano, podría haber salvado la vida concluye
rotundamente Mantell.
El testimonio de Mantell es
relativamente parecido en esencia al de Atlas, pero como hemos dicho ya en un
par de ocasiones, estas historias son partes inconexas de lo que verdaderamente
ocurrió aquella brutal noche y de la que nadie salvo sus verdaderos
protagonistas conoce todas las respuestas del enigma.
Frank Goodish murió asesinado a causa de varias puñaladas en el pecho y en el estómago el domingo 17 de julio de 1988 a la edad de 42 años en el hospital centro médico de San Juan de Puerto Rico. Le sobrevivieron su mujer Bárbara y su hijo de 8 años Geoffrey.
Un juicio de tontos y no de
tantos:
Mantell, afirma en su
relato de la historia que hablo con la policía durante los días posteriores al
asesinato, y firmo una declaración jurada al igual que hizo Atlas sobre
lo que vio. La policía le dijo que ambos testimonios, serian usados en el
juicio y que los tendrían informados en todo momento, por si necesitaban su
colaboración. Les llamaron tarde, ya que la citación judicial fue enviada el
día 13 de enero de 1989, y Mantell la abrió el día 24 (cuando
el afirma que le llego), es decir un día después de que la justicia boricua
dictara sentencia (esta afirmación forma parte del relato de Mantell).
En aquel popular juicio hubo
testimonios de toda índole que señalaban que un Brody colérico
hizo frente a Huertas y este en defensa propia lo apuñalo.
Curiosamente y como ya hemos comentado, ningun wrestler Norteamericano paso por
el juzgado, durante los dos días que duro el juicio, y aquí es donde la sombra
de las amenazas de muerte y las recompensas en el bookeo por mantener la boca
cerrada se hace más alargada.
Curioso fue el testimonio
de Colón. En él dijo que la pelea empezó debido a que Brody no
cumplía la ética de vestuario de la compañía. Colón aseguro
que todos los luchadores debían ir correctamente vestidos y aseados a las citas
con la empresa, pero Brody no lo hizo aquel día, ya que se
presentó en pantalones cortos y en camiseta. La política de la empresa
dictaminaba una multa de 500$ que Brody, se negó a pagar y ahí es
donde Colón aseguro que empezó la confrontación entre los
capitanes del vestuario y el hombre salvaje de New Mexico.
Nadie más testifico o más bien no
se quiso testificar (Atlas asegura que llego a temer Por su vida en
caso de haber aparecido en el juicio, incluso recibió amenazas de muerte) y
finalmente un jurado formado por 4 mujeres y 8 hombres votaron que Huertas era
inocente en una relación de 9 votos favorables a la inculpabilidad del luchador
boricua, por 3 que le señalaban como el legítimo culpable, con todas sus
consecuencias jurídica y legales, del asesinato de Frank Goodish.
Solo tardaron 45 minutos en
dilucidar el veredicto. El 3 de febrero, un día después de que todos los cargos
contra su persona fueran retirados, José Huertas González acompañado
por su abogado cito a los medios de comunicación a una rueda de prensa en la
que anuncio su retorno a los rings de lucha libre de la World Wrestling
Council, como un hombre “libre”.
Larry Matysik, autor de la
biografía de Bruiser Brody y amigo personal del luchador por
más de 10 años, argumenta que la esposa del luchador, no reclamo ante la
justicia, ni demando personalmente (el juicio era el estado de Puerto
Rico contra José Huertas y no una acusación
particular en contra suya) ya que se encontraba en un estado de shock, ya que
en 8 días había perdido a su marido y a un hijo (Barbara Goodish, aborto
a sus segundo hijo días antes del asesinato), amén de que, señala Matysik,
cuando Barbara llego a la isla, alguien le dijo que jamás
tendría justicia y eso le hizo temer por su vida y por la de su hijo de 7 años
(por aquel entonces). Si hubieran contado con el testimonio de Atlas,
se podría haber extraditado a Estados Unidos a José
Huertas para que fuera juzgado en un tribunal Norteamericano, pero
como ya sabemos, eso no ocurrió.
Bárbara Goodish, jamás ha culpado
a Puerto Rico, ya que sabe que lo que paso fue debido a algo
personal entre su marido y Huertas. Bárbara jamás
habla de este último, y solo dice que como alguien puede vivir con semejante
carga en la conciencia. Finalmente Brody se casó con una promoción,
concretamente con la WWE, cuando su viuda firmo un contrato de
leyendas con la compañía de los Mc.Mahon.
Consecuencias:
Tras el asesinato y durante el
juicio, los luchadores de origen norteamericano le dieron la espalda a la lucha
libre en la isla, debido a la inseguridad y a la oscura trama que se extendía
tras el suceso. Poco a poco hubo un éxodo de talento de la isla, que no se
recuperaría hasta varios años después, cuando el brutal asesinato se comenzó a
olvidar. Pero esta terrible historia fue reciclada como ángulo en Japón,
donde Atushi Onita reclamo venganza sobre el asesinato de su
héroe ante Invader I. Este feudo se llevó a cabo y durante el
combate Onita apuñalo en la frente de una forma brutal,
haciendo al Invader I perder mucha sangre debido a una
terrorífica incisión. Invader I fue llevado al hospital, donde
por exigencias de la historia, los médicos se negaron a atender al
luchador Puerto Riqueño por lo que le hizo a Brody.
Este ángulo de la FMW, se llevó el “premio” al feudo más desagradable
del año según el Wrestling Observer en el año 1990.
Curiosamente en 1989, la historia que se llevó este premio fue el empuje que
tuvo el Invader I (José Huertas) como “chico bueno”
(baby face) dentro de la WWC.
Legado:
Desde los ladridos de Mr.
Insanity Toby Klein (copia o homenaje a los emitidos por el
propio Brody durante su carrera), pasando por la forma de
luchar de Necro Butcher, Stone Cold Steve Austin, Mick
Foley o Stan Hansen el legado dentro del mundo del
wrestling de Frank Goodish es incontestable.
Se puede considerar que Bruiser
Brody, junto a Abdullah “The Butcher” y The
original Sheik, son los padres de la lucha libre hardcore tal y como la
entendemos hoy, además de ser considerado (Brody) uno de los mejores
brawlers de todos los tiempos y una inspiración para todos los wrestlers que
hacen gala de un estilo poco ortodoxo y técnico dentro de las doce cuerdas. Ser
una referencia en Japón, siendo considerado uno de los tres mejores
gaijins de todos los tiempos es un dato que hay que tener en cuenta de su
carrera debido a la cantidad de puertas que abrió al talento extranjero en el
archipiélago nipón.
Su intensidad dentro del ring, su
particular forma de ser que le granjeo tantos enemigos y amigos dentro de su
profesión, la gran persona que fue fuera del ring a pesar de sus manías, su
sinceridad, su fuerza, la violencia que desataba cada vez que subía a un ring y
tristemente su asesinato, hacen de Frank Goodish una autentica
leyenda del wrestling profesional.
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