Leyenda del Ring - Maurice Tillet

Leyendas del Ring…por César del Campo de Acuña

Maurice Tillet – The French Angel

A la hora de hablar de los luchadores más grandes de todos los tiempos una serie de nombres, quieran o no los aficionados más sabiondos, suelen protagonizar de manera indiscutible las conversaciones.; En términos de fama a nivel mundial el mayor icono que ha dado el wrestling, sin lugar a dudas, es “El Inmortal” Hulk Hogan. Si se habla de aquellos que han conseguido superar con creces el éxito que obtuvieron sobre el cuadrilátero en una nueva carrera, no se puede hacer otra cosa que destacar la figura de Dwayne “The Rock” Johnson y si nos adentramos en el cenagoso y siempre entretenido mundo de la cultura pop, no queda más remedio que recordar a El Santo, André el Gigante y si me apuran (aunque es discutible) a Tiger Mask (a fin de cuentas, llego a tener su propia serie de dibujos animados/anime y eso equivale a entrar  en el mundo de la cultura de masas por la puerta grande).  El caso es que más allá del cine, de la fama, de la venta de camisetas y de la adhesión al acervo popular, hay personalidades dentro de ese rimbombante y exótico micro cosmos que es el wrestling profesional que se escapan al saber general aunque, desde hace algunos años, llamen con relativa frecuencia a las puertas del entretenimiento y del merchandising.

Como es obvio les hablo de Maurice Tillet, The French Angel, luchador que brillo en los años 40 del siglo pasado y que supuestamente inspiro a Shrek (aunque nunca ha sido confirmado), el ogro creado por Dreamworks en 2001. La historia de Tillet es una de esas que merece la pena ser contadas y el comienzo de la misma nos lleva al antiguo Imperio Ruso, en concreto a los Montes Urales en el año 1903. El 23 de octubre del citado año, nacía Maurice Tillet, en el seno de una buena familia de inmigrantes franceses. Su padre era ingeniero ferroviario y su madre profesora de idiomas. Los Tillet se trasladaron a Rusia debido al trabajo del cabeza de familia y por la casualidad o el destino Maurice nació allí. Cuando llego al mundo, el pequeño Maurice era perfectamente normal; Era un muchacho delgado, con el pelo rubio, una cara angelical (sus amigos incluso le llegaron a apodar Ángel) inteligente y con una aguda curiosidad por todo lo que le rodeaba. Desafortunadamente para Maurice, su padre falleció siendo el muy pequeño y en 1917, empujados por la Revolución Rusa, su madre decidió volver a Francia, concretamente a la ciudad de Reims.

Tres años después de su llegada a Francia, Maurice notó una hinchazón inusual en sus manos, cabeza y pies. Los médicos diagnosticaron los síntomas como un caso claro de acromegalia, una rara enfermedad crónica, causada por una secreción excesiva de la hormona del crecimiento o GH, la cual es producida en la glándula pituitaria. En poco tiempo, su rostro quedo desfigurado y a pesar de ser un joven cultivado (hablaba varios idiomas, era aficionado a la escritura y tenía la intención de dedicarse a la abogacía) las burlas a las que tenía que hacer frente cada día le empujaron a la mar. Durante cinco años, Tillet sirvió en la Marina francesa, como mecánico en cruceros, torpederos y submarinos. En uno de aquellos viajes por mar conoció en 1937 a un luchador profesional norteamericano, de ascendencia lituana, llamado Carl Pojello en Singapur. Pojello, impresionado por los aterradores rasgos faciales de Tillet le dijo que si quería hacer fortuna debía aventurarse en el mundo de la lucha libre profesional. A pesar de su carácter pacífico y su sensibilidad, Tillet acepto y los dos se marcharon a Paris para comenzar su preparación. Tillet y Pojello lucharon en el viejo continente (concretamente en Francia y Gran Bretaña) hasta 1939, año en el que estalló la Segunda Guerra Mundial. El conflicto le obligo a hacer las maletas una vez más y se marchó a Estados Unidos.

Ya en Norteamérica, Tillet conoció al promotor de wrestling Paul Bowser en Boston. Al igual que le paso a Pojello, Bowser quedo perplejo por la apariencia del francés y enseguida quiso representarle. Tillet fue presentado en sociedad no solo como una rareza de 1 metro 70 centímetros de estatura y más de 122 kilogramos de peso, sino como un monstruo capaz de barajar hasta tres barajas a la vez en sus enormes manos y tirar de vagones de metro.  Pero lo que llenaba los estadios no era su prodigiosa fuerza, sino su peculiar aspecto; La gente acudía para saciar su curiosidad y ver a aquel ogro de temible aspecto (algunas mujeres sentadas en primera fila llegaron incluso a desmallarse cuando le vieron). En un principio fue llamado “The Freak Ogre of the Ring” (el monstruoso ogro del cuadrilátero) única y exclusivamente por su aspecto ya que como luchador, como dijeron hombres que se cruzaron en su camino sobre la lona, no era gran cosa por su falta de equilibrio derivado de la torpeza que sus dimensiones le otorgaban.

Pojello y Bowser cuidaron mucho de Tillet y le condujeron a 19 meses de imbatibilidad, lo que le llevo a ser Campeón Mundial de la AWA versión Boston desde 1940 hasta 1942 (consiguió el título en mayo de 1940 ante 8.000 personas en el afamado Boston Garden frente a Steve Casey). Conocido ya como The French Angel, Tillet era uno de los luchadores más famosos del país (de hecho en 1940 llego a salir en la revista Life, concretamente en su edición de marzo) lo que empujo a empresario y promotores con pocos escrúpulos a crear sus propias versiones del prodigio. La más notorias de estas “sanguijuelas” fue Jack Pfefer, el cual promociono en sus eventos toda una legión de Ángeles, siendo los más famosos The Swedish Angel, The Super Swedish Angel (al que los aficionados al cine de terror y de serie B conocemos por sus apariciones en las películas de Ed Wood), The Russian Angel, The Irish Angel e incluso una mujer llamada Lady Angel. Los “apoderados” de Tillet llegaron a pedir que Pfefer dejara de bautizar a sus luchadores con el apodo Angel. Evidentemente Pfefer no acepto y se llegó incluso a celebrar una batalla de The Angels (concretamente Tillet se enfrentó a The Swedih Angel en una ocasión). Cuando Tillet conoció a Pfefer en 1942, el pequeño empresario llamó en ruso a Tillet “mono”, evidentemente Pfefer no sabía que Tillet hablaba perfectamente ruso (y 13 idiomas más) y este último término empujando al promotor, el cual le demando por 30.000 dólares. El caso se resolvió en 1945 y Tillet tuvo que pagar a Pfefer 250 dólares.

Pero 250 dólares para Tillet no eran gran cosa. En 1945 Tillet ganaba 45.000 dólares anuales, luchando 5 noches por semana (aunque en Paris, llego a luchar en una ocasión durante 42 noches seguidas). De todos modos para ese año, The French Angel comenzó a tener problemas de salud y comenzó a dar paso a una nueva generación de luchadores a los que dejar el sitio que el poco a poco dejaba. La leyenda del wrestling profesional Freddie Blassie dijo de Tillet que era un buen tipo, aunque costaba mucho mantener una conversación con el debido a su cerrado acento francés y al gutural sonido que producían sus cuerdas vocales debido a su enfermedad. Sabedor de esto, Tillet se refugiaba en la lectura, algo que tampoco le importaba mucho debido a su carácter reservado (era tímido y le costaba entablar amista o abrirse a personas que no conociera demasiado). “Gentleman" Ed Francis, compañero de viaje y rival ocasional de Tillet dijo en cierta ocasión que el luchador francés le enseño que debía hacer si le veía muy débil tanto en el cuadrilátero como en la calle. Lou Thesz llegó a declarar en 1997 que llego a sentir autentica lastima por Tillet, ya que era un gran tipo, un individuo adorable. Tillet disputó su último combate el 14 de febrero de 1953 en el mismo sitio donde todo había empezado hacía ya tantos años, en Singapur. Tillet fue derrotado por Bert Assirati.

Para 1954, Pojello tenía cáncer de pulmón y Tillet se recuperaba de neumonía a la par que sufría de una enfermedad del corazón. Karl y Maurice, en aquel momento, vivían en habitaciones contiguas en el 726 del bulevar Garfield en Chicago. Pojello murió el 4 de septiembre de 1954. Cuando se le informó de la muerte de Karl, Maurice enfermó y fue trasladado a un hospital del condado donde falleció 13 horas después de que lo hiciera su amigo. Fueron enterrados uno al lado del otro en la parcela familiar Pojello en el Cementerio Nacional de Lituania en Justice, Illinois. Hay quien dice que Pojello utilizo a Tillet como si fuera una caja registradora (al parecer Pojello se quedaba con 50 centavos de cada dólar que ganaba Tillet) pero si era así, al luchador francés le daba igual. En sus últimos momentos de vida, a pesar de ser un hombre extremadamente reservado y tímido, permitió que se sacara una máscara mortuoria de sus facciones y años antes (en 1950) permitió al escultor Louis Linck que hiciera un busto de su persona, el cual se conserva en el Chicago’s International Museum of Surgical Science. Tillet, una de las primeras grandes estrellas de la lucha libre profesional fue honrado en 2012 cuando le nombraron Miembro del Salón de la Fama del Wrestling Profesional junto a leyendas como Fritz Von Erich, Jim Cornett, The Wild Samoans, Jimmy Snuka y The Junkyard Dog.



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